sábado, 14 de marzo de 2009

All i olli

En un mortero dos dientes de ajo, buen ritmo con el pilón, aceite añadido gota a gota, y buena paciencia. Cuando la pasta sea fina y consistente, con el ajo se machaca un trocito de miga de pan remojado en vinagre, y si se quiere una yena de huevo aunque no hace falta. Si sucediera que la salsa se aclarara en lugar de espesar, se retira del mortero, se echan unas gotas de agua y se empieza de nuevo a mover en la misma dirección, dejando caer gota a gota lo que se había retirado.

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